No obstante, existen dos métodos para acelerar el proceso de
reciclar materia orgánica, y que pueden ser re-aprovechables en forma de
combustible como la biomasa o la gasificación de plásticos. Estos sistemas son
el compostaje y el vermicompostaje. En este último se utilizan lombrices, las
cuales devoran la basura en grandes cantidades.
El reciclaje orgánico se está empleando últimamente en la
elaboración de biocombustibles, obtenido de semillas y fruta seca.
A nivel doméstico,
podemos utilizar el reciclaje orgánico como abono si tenemos plantas. La forma
idónea para no tener malos olores por la descomposición de esta basura
orgánica, es enterrar en tierra los restos de frutas y verduras, que tienen un
proceso de descomposición más rápido.
Sin duda es una forma barata y ecológica de cuidar nuestras
plantas con un sustrato de mayor calidad y sobre todo más ecológico.
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