Este proceso del reciclaje del vidrio, tiene un ciclo
circular tal como vemos en la imagen. Como vemos, tras el uso de este material,
y si lo depositamos en los contenedores verdes, el vidrio pasa por una fase de
recogida, para su posterior tratamiento en una planta de reciclaje. Vemos como
de esta sencilla forma, hacemos que el vidrio pueda tener muchas más vidas y
por tanto generamos una menor cantidad de residuos.
Como ya hemos dicho, el vidrio no tiene límite en la
cantidad de veces que puede ser reciclado, sin perder además calidad, algo que
sí pasa por ejemplo en el reciclaje del papel.
Se estima que con el
proceso de reciclar vidrio, se ahorra un 30% de energía respecto a obtenerlo
por primera vez.
Una curiosidad sobre
el reciclaje del vidrio, es que este se separa y clasifica por el color del
mismo. Generalmente en tres grupos, verde, ámbar y transparente.
En algunos casos, las botellas se recuperan por completo,
sin tener que reciclar. Únicamente se lavan y se tratan con productos químicos
para eliminar cualquier impureza.
En el caso que el vidrio se deba de tratar, este se tritura
y se funde con arena, hidróxido de sodio y caliza para fabricar nuevos
productos que tendrán idénticas propiedades.
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