El reciclaje de cartón sigue un proceso muy similar al
reciclaje de papel, por lo que se puede obtener separando correctamente este
material, y depositando en los contenedores de color azul. No obstante, no hay
que pensar únicamente en la solución rápida y sencilla, que es desprendernos de
este material, sino intentar re-aprovecharlo siempre que sea posible. Muchos de
los productos que adquirimos, como pequeños electrodomésticos, vienen en cajas
de cartón que se pueden re aprovechar para otros usos, como guardar ropa de
otra temporada, zapatos, libros...
Es importante reciclar cartón ya que aproximadamente por
cada tonelada de cartón reciclado, se ahorran 140 litros de petróleo, 50000
litros de agua, dos metros cúbicos de espacio en un vertedero, y 900 kilos de
dióxido de carbono, frente a un cartón obtenido de materias primas.
El cartón a diferencia del papel, posee unas cualidades que
lo hacen muy resistente. Además permite una gran manipulación por lo que con un
poco de maña, podemos crear objetos y muebles diseñados con cartón.
El Reciclaje de papel es una de las formas de reciclar más
beneficiosas para el medio ambiente, en gran parte por el coste medioambiental
que tiene obtenerlo.
El reciclar papel, tiene por norma general producir de nuevo
papel, llamado papel reciclado. Para obtenerlo, se consigue bien por papel
molido, que es el que se obtiene de trozos y recortes de papel provenientes de
manufacturas de papel, de papel pre-consumo o bien de papel post-consumo, que
se obtiene principalmente de revistas, periódicos y todo tipo de documentos que
solemos tirar.
Cuando la planta de reciclado selecciona el papel, y lo
encuentra adecuado para reciclar, se le llama desecho de papel.
El proceso de reciclaje del papel, pasa por varias fases.

En primer lugar, la
pastificación del papel, que consiste en añadir disolventes químicos para que
las fibras del papel se separen.
El segundo paso
consiste en una criba de todo aquel material que no es papel.
A continuación se
centrifuga todo el material, para que estos se separen por su densidad, para su
posterior paso, que es la flotación, donde se elimina la tinta con burbujas de
aire.
Toda esta pasta de
papel, se lava a continuación para eliminar las pequeñas partículas que
pudieran quedar, para finalmente
blanquear el papel con peróxido de hidrógeno o hidrosulfito de sodio.
Es importante destacar que el papel reciclado tiene una peor
calidad, ya que las fibras de las que se compone, se rompen en este proceso. En
la actualidad, la práctica totalidad de los papeles se pueden reciclar, a menos
que tengan tratamientos como los acabados brillos, plastificados o encerados.
Otros papeles como el de envolver regalos tampoco es apto, por su baja calidad,
lo que no permitiría obtener nuevo papel.
Recuerda que para reciclar papel, deberás depositar-lo en el
contenedor de color azul. Si tienes dudas, consulta esta página sobre los
colores del reciclaje.
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